Logra aportar en dos dimensiones. Por una, en el área del desarrollo individual del niño, desde sus habilidades cognitiva, sensorial y psicomotora, como también avance en lo que se ha denominado cognición social, referida a las habilidades socio emocionales, capacidades para interactuar, interpretar expresiones y darse a comunicar según el contexto. Mejorar los recursos expresivos y comunicativos particulares, como medio de crecimiento personal y social. Para eso es importante definir, secuenciar y evaluar el aprendizaje según el desarrollo infantil. Y, por otra parte, el psicólogo realiza un trabajo con el sistema familiar, en conjunto con las figuras significativas del infante, promoviendo habilidades parentales y toma de decisiones que inciden en el aprendizaje del niño o niña. La psicoeducación se ha evidenciado como un factor muy importante, no solo para los avances terapéuticos individuales, sino también la promoción del bienestar familiar y comunitario.
|